Si llevas un tiempo buscando opciones para adelgazar, seguramente hayas oído hablar de Mounjaro, el tratamiento que está ganando terreno a Wegovy por su potencia y resultados. Pero antes de lanzarte a por él o pensar que puedes dosificarlo a tu manera, hay varias cosas que necesitas saber.
Estamos comprometidos en brindar soluciones efectivas y personalizadas para ayudar a nuestros pacientes a alcanzar y mantener un peso saludable.
¿Qué es Mounjaro?
Mounjaro es el nombre comercial de tirzepatida, un medicamento inyectable desarrollado inicialmente para tratar la diabetes tipo 2. Sin embargo, su efecto sobre la pérdida de peso ha sido tan significativo que ya se prescribe también para personas con obesidad o sobrepeso (con ciertas condiciones asociadas).
Lo interesante de Mounjaro es que actúa sobre dos vías hormonales al mismo tiempo: los receptores GLP-1 (como la semaglutida) y los GIP. Este doble mecanismo mejora el control del azúcar en sangre, reduce el apetito, ralentiza el vaciado gástrico y potencia la sensación de saciedad.
¿Por qué está causando tanto revuelo?
Porque los estudios clínicos muestran que Mounjaro puede generar una pérdida de peso mayor que Wegovy, incluso superando el 20% del peso corporal en algunos casos, y con buena tolerancia en la mayoría de pacientes.
Eso sí: no es magia, y tampoco es para cualquiera.
¿Cómo se administra?
Mounjaro viene en forma de pluma precargada de un solo uso y se inyecta una vez por semana. Igual que Wegovy, la dosis debe aumentarse de forma gradual para reducir el riesgo de efectos secundarios.
La pauta típica es:
| Semana | Dosis semanal |
|---|---|
| 1-4 | 2.5 mg |
| 5-8 | 5 mg |
| Luego se puede aumentar a: | 7.5 mg, 10 mg, 12.5 mg y 15 mg, según tolerancia y objetivos |
Cada pluma está diseñada para inyectar una sola dosis exacta, no más ni menos. Es decir: no se puede reutilizar, ni guardar, ni dividir la dosis manualmente.
¿Puedo usar una pluma de 15 mg y dividirla en varias dosis más pequeñas para ahorrar?
No deberías. Aunque mucha gente se lo plantea por el coste del tratamiento, hay varios riesgos que debes tener claros:
-
La pluma está calibrada para liberar una dosis fija. No puedes ajustar la cantidad como si fuera una jeringa convencional.
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Manipular la pluma puede hacer que el fármaco no se administre correctamente o se pierda.
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Te expones a efectos secundarios graves si te saltas las fases de ajuste de dosis o te administras una cantidad incorrecta.
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Puedes tener menos eficacia o incluso reacciones adversas.
Además, los fabricantes lo tienen clarísimo: cualquier uso fuera de lo indicado no solo es inseguro, sino que puede invalidar la garantía y hasta tener consecuencias legales si algo sale mal.
¿Qué pasa si no puedo permitirme Mounjaro?
💡 Aquí van algunas ideas que puedes valorar con tu médico:
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Otras opciones farmacológicas, como Wegovy (semaglutida) o Saxenda (liraglutida).
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Un abordaje combinado con nutricionista y ejercicio personalizado, para mejorar resultados y reducir la necesidad de tratamiento a largo plazo.
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Planes de financiación o descuentos por parte del fabricante, que en algunos países existen.
Conclusión: Mounjaro sí, pero con cabeza
Sí, Mounjaro es uno de los tratamientos más potentes y prometedores hoy en día para la pérdida de peso. Pero su mal uso puede tirar por tierra todos los beneficios que esperas obtener. No se trata de apurar una pluma, sino de seguir un plan que te asegure resultados reales, seguros y sostenibles.
Tal vez quieras saber sobre estos medicamentos:
- Saxenda (liraglutida)
- Victoza (liraglutida)
- Wegovy (semaglutida)
- Ozempic (semaglutida)
- Rybelsus (semaglutida)
- Mounjaro (tirzepatida)
- Zepbound (tirzepatida)
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